Hola a todos,

Esta es la página de un médico de familia "cabreado" que se ha convertido en delincuente de la noche a la mañana por intentar hacer lo mejor posible su trabajo y querer conservar su independencia... si si sí un FUNCIONARIO, aunque en los tiempos que corren parece ser mejor ocultar este dato...

Mi aspecto pretendo que siga siendo un enigma para vosotros, pero todos los contenidos son 100% mios, o al menos comparto completamente la opinión del autor.

ESPERO VUESTROS COMENTARIOS.

martes, 10 de mayo de 2011

Estamos sólos...







Es definitivo. Se acabaron las especulaciones… estamos sólos. Nadie en la estructura de la “empresa pública” – oxímoron del calibre de inteligencia militar- para la que trabajo cree que los recortes tengan una posible alternativa racional, o al menos no se atreven a decirlo en voz alta.

Las mentiras a fuerza de repetirse acaban por parecer plausibles. Nadie aporta alternativas y se acepta con resignación, una fatalidad ante la que es inútil defenderse…

Tengo claro que yo no voy a entregarme sin luchar, incluso aunque sea un suicidio profesional, pues creo que lo realmente suicida es aceptar lo que se pretenden hacer sin revelarse. Tal vez suene apocalíptico pero por el camino que se presenta como inevitable (y nunca propuesto), estaremos condenados a la ineficiencia, la burocracia, la sobrecarga asistencial, la ausencia de formación de calidad,… en definitiva a más de lo mismo pues aunque se les llena la boca “de cambio de paradigma”, lo que se nos avecina es el abandono por parte de la casta política de la idea de democracia social. Es cierto que esta en nuestro país ha sido un intento bastante chapucero, pero la idea estaba (distorsinada) y sobre ella se sustentó el sistema en el que hemos estado trabajando hasta ahora.

De repente resulta que todo el mundo tiene amnesia o le parece muy mal pero mira para otro lado... definitivamente es cierto que estamos en crisis, pero sobretodo es una crisis de ideas. Mal vamos si no se discuten alternativas pues aunque parezca que todo está hecho y no queda más que aplicar la sentencia, sigo creyendo que tenemos más poder del que nos creemos. También es cierto que por separado somos muy débiles… propongo que desde cada centro de salud se imaginen propuestas para minimizar los recortes, de modo que impidamos que nuestra tarea se deteriore hasta asquearnos, porque entonces habrán ganado ellos…

Hace poco leí que ir contra el sistema es creer en el sistema. Supongo que una especie de principio de Arquímedes sociológico… ahora sabemos quien manda, que parece claro no son los políticos sino el poder económico, y que sus marionetas nos han dejado completamente sólos. Por tanto no vayamos contra los títeres… pasemos de ellos pues no podemos esperar nada bueno. Desde nuestra posición como simples médicos de familia hagamos nuestro trabajo lo mejor posible, buscando el apoyo de nuestros pacientes, los únicos, a parte de nosotros mismos y nuestros seres queridos, a los que debemos lealtad.

¡ Banzaaaaaaaaaai !!!!!!

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