Soy humano pero no idiota y se que todo el problema no viene de mi actitud y aptitudes. Os explico algo que ha pasado hoy mismo… me han comentado, vía "radio macuto", que se plantean hacer cambios profundos en la organización de mi centro de salud. Automáticamente supongo que tal como funciona "la empresa" nos lo comunicarán como hechos consumados. Todo muy democrático... como suelen. Esto no contribuye a que sea más feliz… pero no voy a dejar que arruine mi fin de semana. Esta vez no.
Yo venía para ser constructivo y proponer soluciones de más recorrido que los "apaños" que proponen los que tendría que pensar en estos asuntos. Yo no soy economista, ni gestor, ni tengo ganas de serlo... pero veo a diario donde chirría el “tinglado”, así que sin ninguna modestia me permito proponer algunas medidas para racionalizar el gasto, que en mi opinión está en relación con el uso que se da a la sanidad:
1. Los políticos tienen que hacer política de forma veraz y justa. Con esto quiero decir que tendrían que hablar de que modelo de país queremos en los próximos quince o veinte años. Esto es algo serio y creo que nada fácil, pero está claro que deberían dejar de pensar en “el partido” y pensar más en los CIUDADANOS que sufren su falta de previsión y su improvisación continuada. Basta de chapuzas, ser demócrata supone dialogar y llegar a acuerdos más allá de sus intereses particulares. Tampoco he estudiado ciencias políticas, pero creo que esto lo deben explicar en primero...
Siendo sincero conmigo mismo creo que este es el punto más difícil de cambiar, pues estoy convencido que somos un país bastante corrupto y poco democrático.
2. Los gestores deberían ser trasparentes. Asumo que los políticos también son gestores de bienes públicos, pero aquí me refiero a los del Departament de Sanitat. Señores, ¿en que se gasta el dinero?...
Personalmente creo que la crisis "ha venido bien" a algunos para justificar lo injustificable, pues la realidad es que los recortes en diferentes partidas del presupuesto empezaron hace años, pero la intención de reducir el gasto entre un 10 y un 20% es demencial. Es imposible que no repercuta en la calidad asistencial desde el momento en que se aplique. Por lo menos en la Atención Primaria es inviable pues lejos de ser un "lujo prescindible", según se desprende de las palabras del "gran jefe", el primer nivel asistencial (eternamente saturado), debería ser reforzado si se acomete la barbaridad que anuncian.
Por favor, si estamos en bancarrota infórmennos. No somos ganado… somos profesionales y ciudadanos. De juzgar responsabilidades deberán encargarse los jueces (las penales) y el electorado (las políticas).
3. Los profesionales debemos continuar asumiendo que nuestra actividad genera gasto... y actuar de forma responsable como hasta ahora. La sanidad nunca será rentable y aunque es una inversión de futuro, como la educación, cuesta dinero. Todos los estados deben pagar “sus facturas” y muchos tienen un gasto sanitario muy superior al nuestro...
Los logros conseguidos en salud en las últimas décadas no son fruto de la casualidad y desmantelar la sanidad nos volverá a situar en niveles de hace 30 años.
No desaprovecharé el momento de hacer autocrítica, pues en un colectivo tan grande hay "gente pa' to' “ y mal vamos si no asumimos nuestra parte de culpa. La mayoría de los médicos, grupo al que pertenezco, no sabemos trabajar en equipo y este individualismo repercute negativamente en la coordinación de lo que se ha dado en llamar el continuo asistencial (atención que reciben los pacientes en su tránsito por las diferentes especialidades y entre niveles de atención: primaria - hospital – urgencias). Lo bueno es que arreglarlo no es muy caro, si hubiese voluntad de hacerlo...
4. Los ciudadanos (pacientes según los médicos, usuarios / clientes según los gestores), bajo mi punto de vista deberían asumir que la sanidad es un DERECHO fundamental del ser humano, no un producto de consumo como les han hecho creer con las políticas populistas seguidas hasta ahora. Actualmente la sanidad pública está en serio riesgo de desaparecer como la conocemos y puede pasar a jugar un papel testimonial en la atención de la población. Son ellos los que tienen el DEBER de hacer un uso racional de los recursos y exigir a los gestores que se garantice una atención de calidad. Aquí los profesionales hace tiempo que “ni pinchamos ni cortamos”… bueno, los cirujanos un poco.
En resumen, creo que la solución no es el recorte si no el uso adecuado de lo que tenemos y cambiar lo que no funciona como debería (que lo hay). Esto es un trabajo de todos y la solución no es demoler el sistema sino mejorar lo que hay. La privatización no es una opción pues ya somos una de las zonas de Europa con más sanidad privada financiada con recursos públicos y el sistema estadounidense creo que no tiene nada de envidiable...
Os recomiendo leer un artículo muy revelador: “El gasto sanitario en España en comparación con el de la Europa desarrollada, 1985-2001. La atención primaria española, Cenicienta europea” de J. Simó Miñana, J. Gérvas Camacho, M. Seguí Díaz, R. de Pablo González y J. Domínguez Velásquez, publicado en la revista Atención Primaria 2004;34(9):472-81.
Si pudieseis acceder al informe realizado por el Institut d’Estudis de la Salut sobre la valoración comparada entre los diferentes sistemas de gestión sanitaria existentes en Catalunya, hacedlo. Es increíble que algunos sigan defendiendo la gestión privada. Este documento es difícil de conseguir pues fue “enterrado” desde su publicación durante la anterior legislatura… intentaré colgarlo en el blog si resuelvo problemas técnicos.
Por hoy vale de predicar en el desierto… voy a sumergirme en mi vida privada.
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